Hitler
y su conexión con el Vaticano
El famoso personaje que lidero el movimiento
del holocausto contra el pueblo Judío en Europa creó una historia que está
llena de misterios que no es común que salgan a la luz pública.
La historia nos dice que Hitler desde su
niñez perteneció al movimiento católico y dedico 2 años a estar en la Abadía de
San Benito que pertenecía a la orden de los benedictinos cerca de Linz Austria. Fue precisamente en este monasterio donde de niño
conoció los símbolos de la esvástica los cuales le impresionaron profundamente,
tanto así que él los observaba atentamente por largas horas. El padre superior Johann Lanz al ver el interés
mostrado por Adolfo Hitler, le explico al niño lo que significaban esos símbolos,
“…esos símbolos habían sido introducidos al monasterio por el padre Hagen,
quien además de cabalista era astrologo y llevaba tales símbolos en su blasón y
en su anillo de abad. La esvástica,
emblema mágico del sol –informaba el padre Lanz al asombrado niño Adolfo
Hitler- era a la vez el símbolo sagrado de los sabios del Tibet…” [Armando ElRompecabezas del Diablo, Martin Careaga página 81-90]
Adolfo Hitler asciende al poder absoluto
en Alemania en el año de 1933 y en la Conferencia de Fulda los cardenales
pertenecientes a la Acción Católica Alemana fundada en 1928 le dieron su
completo apoyo y quitaron la censura que prohibía a los católicos enrolarse con
el partido Nazi. Los cardenales Alemanes
que apoyaron a Hitler fueron Bertram, Faulhaber y Schulte, el arzobispo Grober
y los obispos Ehenfried y Preysing. [The Catholic Church and Nazi Germany,Gunter Lewy, 1964, pag. 94, 100]